Los expertos, exigen la puesta en marcha de estudios

Una enfermedad en la sombra

Expertos y afectados por la desconocida malformación de Chiari reclaman un «consenso» en su tratamiento.

 Agustín Triviño y Dulce González, el jueves, en las escuelas de Cartavio (Coaña),  Nuria M. REYERO

Que la medicina ha vivido un gran avance en este último siglo es un hecho innegable; pero también es cierto que, junto a la multitud de patologías existentes en la sociedad, aún quedan diversas enfermedades por descubrir o investigar. Es el caso de la enfermedad de Arnold Chiari, también llamada malformación de Chiari, la cual afecta al sistema nervioso central y cuya baja morbilidad en la población la califica de «rara»: tan sólo 8,4 de cada 100.000 habitantes la padecen. No obstante, su detección ya ha suscitado el interés de los expertos, que exigen la puesta en marcha de estudios para su mejor conocimiento.

 

Entre los principales valedores de esta iniciativa se encuentra Dulce María González González, delegada en Asturias de la Asociación Nacional de Amigos de Arnold Chiari (ANAC), que exige la existencia de «un consenso en el tratamiento» para saber con certeza «cuándo operar y qué técnicas seguir». Su petición tenía lugar el pasado jueves, día 16, en las jornadas que la Escuela de Salud de Coaña, con la colaboración del Ayuntamiento, del Hospital de Jarrio y del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias, organiza para este último trimestre del año.

 

En el acto, que contó con un gran número de asistentes, González dio a conocer las principales características de esta patología, aún desconocida incluso por los médicos, ya que «saben que existe, pero no conocen sus síntomas».

 

La malformación de Chiari se sitúa en el cerebelo y «alcanza típicamente el canal espinal, el área cervical superior, engrasándolo y comprimiéndolo». La delegada en el Principado de ANAC considera que aún sigue existiendo una importante demora en el diagnóstico, pues se tarda una media de cinco o seis años en hacer una resonancia magnética que permita detectar la enfermedad.

 

González también habló de los principales síntomas de la malformación de Chiari. El dolor de cabeza, la fatiga, la pérdida de visión, el desequilibrio y la pérdida de memoria son algunos de los rasgos característicos de su sintomatología, aunque también es posible no tener ninguno. «Son síntomas que van y vienen, no son continuos», comentó. Esta enfermedad se puede detectar en las pruebas de rehabilitación que se realizan tras un accidente de tráfico, un traumatismo o un golpe.

 

En las jornadas de salud celebradas el pasado jueves en Cartavio también participó el traumatólogo del Hospital de Jarrio Agustín Triviño, con una ponencia que llevó por título «El dolor de espalda y sus lesiones».